Hormigón impreso en la azotea. ¿Buena idea?
En varias ocasiones me he encontrado hormigón impreso en las azoteas y los vecinos en todas se han quejado de los mismo, filtraciones en muchos puntos de la misma. He de decir que como solución constructiva no me parece de las más validas porque… no es donde se pueden obtener mejores resultados y me explico:
– Cuando se aplica hormigón impreso, la capa debe de tener el mismo grosor en toda su superficie ya que si no, aparecerán las desagradables fisuras fruto de la tensión y fraguado de dicha placa de hormigón. Este grosor debe de ser como mínimo de 10 cm. Si se vierte menos cantidad, el hormigón se rajará antes.
– Aunque se impermeabilice correctamente con un caucho y tela asfáltica la superficie de la azotea, el peso del hormigón es más que suficiente para provocar desperfectos en la tela y por tanto, provocar recalos.
– Dada la fluidez del hormigón impreso, es muy difícil realizar las caídas correspondientes para el desagüe de líquidos hacía los sumideros y por tanto el agua queda estancada.
– Cuando de realizan las juntas de dilatación con una maquina de corte, se corre el riesgo de llegar hasta el final de la torta de hormigón y cortar accidentalmente la tela que está debajo.
– La unión de los borde del hormigón con los muros de mezcla, no siempre suele dar buen resultado si no se aplica antes un buen puente de unión que ayude al pegue del hormigón y la mezcla.
– La huella del molde que se aplique, por regla general no deja correr correctamente el agua de manera que siempre quedaran chacos en la azotea, lo que no traerá nada bueno.
Pero ¿Y si ya tenemos hormigón impreso instalado en nuestra azotea y se cala, que podemos hacer?
En primer lugar, sanear todas las fisuras con algún tipo de masilla expansiva de poliuretano de las existentes en el mercado como por ejemplo Sika 11 FC tanto las fisuras de la superficie de la azotea, como la unión del hormigón con los bordes de los muros, de esta forma acotamos cualquier resquicio por donde se pueda escapar el agua. Esta masilla, se puede pintar, aunque lo mejor es tintar la resina de acabado.
En segundo lugar y casi explicado ya, lo mejor que podemos hacer es tintar la resina de acabado que aplicaremos al hormigón una vez limpio . De esta manera, saturaremos el poro y dejaremos de ver los retoque desagradables de la masilla de poliuretano.
Está es la opción más económica y rápida que podemos realizar. Utilizar Poliurea, es una buena opción, pero el metro cuadrado de la misma es algo caro y personalmente, no tengo yo muy claro la durabilidad de este material encima de una superficie tan irregular como deja el hormigón impreso, por no hablar de las altas temperaturas a la que está sometida una azotea. La mejor solución por supuesto, es picar el hormigón, e impermeabilizar la azotea con un buen mortero de las mismas características, de esta forma quitamos peso de la azotea entre otros puntos. La terminación se puede realizar con cualquier loza de barro, impermeabilizandola con Idrocem 610 un impermeabilizante líquido de excelentes prestaciones o aplicar un caucho elastomero con fibra y transitable, que da unos resultados magníficos.
Otra solución es aprovechar nuestra azotea como jardín obteniendo una reducción en la temperatura de la azotea y contribuyendo a la oxigenación del entorno. Puede ver un post, dedicado a este tema, en este enlace.
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